¿Por qué fracasan las empresas? Sus líderes no logran identificar problemas con su equipo y sus operaciones. Con estos 5 consejos para recatar tu negocio en crisis aprenderás cómo enfrentar la realidad y ayudar a tu empresa.
Un antiguo cliente me pidió recientemente que cenara con él para ponerse al día y discutir algunas cosas. Desempleado ahora, me dijo que la compañía de la que había sido CEO fue vendida a otra empresa. Mientras continuaba narrando cómo la firma compradora había sido el muy conocido pez gordo y se tragó la compañía donde trabajaba.
La historia empeoró cuando mencionó que el precio pagado estaba significativamente por debajo de la valoración de su empresa de cuatro años antes. Por último, todos menos uno de los miembros del equipo directivo original habían sido despedidos.
No me sorprendió su historia, pero pensé en nuestras conversaciones cuando le resaltaba la necesidad de transformar la organización. Su negocio sufría desaceleración de crecimiento, problemas de servicio sistémico y nuevos competidores agresivos. Sin embargo, parecía incapaz o no quería alterar su curso. Por lo tanto, decidió mantener el rumbo.
1. Saber cuándo balancear el barco
Este ejecutivo es un ejemplo perfecto de una persona que tiene el síndrome de no jugar a perder. En lugar de esforzarse por ganar y prosperar en los negocios, simplemente esperaba no perder y sobrevivir un día más.
Debido a la forma en que la mayoría de las organizaciones se ejecutan, las recompensas potenciales que la gente puede recibir por asumir un riesgo suelen ser eclipsadas por las posibles consecuencias. En otras palabras, el miedo de perder prevalece sobre el deseo de aprender a ganar.
2. Enfoque en una meta al éxito
Simplemente parece que les sucede a las personas sin que sean plenamente conscientes. Esta aversión psicológica a estar totalmente comprometido es insidiosa, casi como un virus invisible y carnívoro. Frena la innovación y el progreso. E incluso cuando todos en la organización se dan cuenta de que esto se ha convertido en el modus operandi de toda la compañía, casi nunca nadie hace nada para cambiarlo.
3. Actúe como un verdadero líder
Si un líder actúa de esta manera errónea, invariablemente impactará, afectará y modelará los comportamientos de sus subordinados. Aunque nadie admite ser gobernado por esta estrategia, claramente revela sus decisiones y acciones a todos los niveles de empleados.
Sin que se les diga específicamente, las acciones, decisiones y comunicación de los líderes establecen claramente que no se deben buscar soluciones nuevas e innovadoras. Aún peor, se evita señalar los problemas, para no tomar decisiones difíciles que puedan solucionarlos.
4. Busca llegar más allá de la meta
El verdadero problema con hacer lo suficiente para pasar y no más es que eso no es suficiente para el éxito. En algún punto, tendrás que dar más de lo que tienes o no lograrás llegar a la meta.
La gente cree que si mantienen la cabeza baja, nada cambiará. Sin embargo, pierden de todos modos y finalmente perderán aquello que tratan de proteger a toda costa. Pero la tendencia humana es aferrarse cada vez más al statu quo como si fuera una manta de seguridad.
5. Ser consciente de tu comportamiento en cualquier contexto
Por supuesto, el síndrome para no perder el juego existe en todas partes. La gente en la política, los profesores, incluso los científicos pueden sufrir de este síndrome. Hacen un buen trabajo, pero no el gran trabajo que alguna vez se proyectaron.
Sin embargo, si hay una cosa de la que estoy completamente convencido es parte de la naturaleza humana querer sobresalir. Los empleados suelen tener grandes ideas para solucionar problemas o para crear soluciones para los clientes, pero por desgracia, nunca se les pregunta. Los gerentes podrían innovar si no tuviesen la cabeza baja, sólo tratando de llegar hasta el final del día.